Marbella chic

Compartir Diana Morales | Sep 1 2011

Cuando fue “descubierta” como un lugar idílico en el mapa europeo allá por los años 50, convirtiéndose en poco tiempo en la niña mimada de visitantes acomodados de todos los confines de mundo, Marbella era poco más que un humilde pueblo de pescadores en la costa sur del mediterráneo español. La buena suerte de estar situada en un lugar especialmente atractivo de este soleado litoral ha ido transformando Marbella hasta ser el moderno y animado destino turístico que es hoy.

Hoy en día es conocida sobre todo por el glamour de Puerto Banús, sus hoteles de lujo, exclusivas urbanizaciones y la mejor y mayor concentración de campos de golf del mundo. Marbella también se ha convertido en un destino para el turismo de salud y bienestar y compras de primeras marcas, con spas, centros de wellness y boutiques de prestigiosas marcas de lujo por todas partes. El centro de la ciudad aparece rodeado de avenidas llenas de frondosa vegetación, arquitectura moderna y una impresionante selección de tiendas, restaurantes y cafeterías, con lujosas zonas residenciales que se extienden hasta la montaña, donde las casas tocan la primera línea de golf de selectas urbanizaciones residenciales con club de campo.

Aquí es donde los residentes juegan al golf, van a trabajar, al gimnasio ó llevan sus hijos a los colegios internacionales. La población residente se mantiene durante todo el año, pero es en verano cuando el nivel de actividad alcanza su punto álgido y la ciudad vibra con multitud de actividades en la playa, modernos clubs nocturnos tanto en interior como al aire libre, restaurantes gourmets e incluso conciertos y torneos de tenis de nivel internacional.

A pesar de todos los cambios que han dado forma a la Marbella moderna, sobrevive un fuerte vínculo a la raíces andaluzas de este lugar, no solo en los festejos anuales de feria, los espectáculos flamencos y tradiciones como las corridas de toros, sino también en el encantador casco antiguo de la ciudad, donde el espíritu tradicional del sur de España perdura.

La Marbella tradicional
Escondida tras modernos edificios que dan la cara en las calles principales, uno puede pasar de largo el casco antiguo de Marbella, pero esto nos privaría de la oportunidad de descubrir otro aspecto de esta famosa ciudad. El ambiente en las pintorescas casas de paredes blancas a ambos lados de un laberinto de impolutas calles peatonales y pequeñas y acogedoras plazas, resumen el encanto clásico de esta parte de España. Tranquilo y apacible durante el día, esta muy concurrida zona de atractivas tiendas, cafeterías y restaurantes de todo tipo se transforma en un lugar jovial y animado las noches de verano, cuando los residentes locales y los visitantes llenan los restaurantes y los pequeños y elegantes bares de la zona.

Sin ser tan bullicioso como otros enclaves nocturnos, combina acertadamente diversión con decoro, un lugar más adecuado para una noche de vida social que para los incondicionales de los clubes nocturnos. Algunos se han quedado tan cautivados por este ambiente que han comprado y acondicionado antiguas casas aquí, un toque de aburguesamiento que se añade a las elegantes tiendas y hoteles “boutique”, pero en el fondo mantiene su corazón andaluz auténtico, donde los olores que emanan de las cocinas se entremezclan con la charla de los vecinos y donde muchas casas se encuentran pared con pared con pequeñas iglesias centenarias o los muros medievales de la ciudad. Esta es una parte de Marbella que no nadie debería perderse.


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