Monda
Es habitual escuchar que Marbella, y la Costa del Sol en general, no son parte de la España “auténtica”. Con el amplio abanico de servicios e instalaciones de última generación y su población cosmopolita, Marbella es diferente al resto de Andalucía. Sin embargo, cuando nos adentramos un poco hacia el interior llegamos a pueblos de montaña llenos de historia y empapados del ambiente de la Andalucía auténtica.
Uno de los más cercanos y bonitos de estos denominados “pueblos blancos” es Monda. Que no debe confundirse con la ciudad de Ronda, de mayor envergadura y situada más hacia el interior. Monda se alza entre colinas, en un valle a unos 16 kilómetros de Marbella, en la carretera que va desde Ojén a Coín. Aunque está cerca de la costa, este pequeño pueblo de unos mil habitantes está 400 metros sobre el nivel del mar, lo que explica su aislamiento en tiempos de antaño cuando no había coches.
Un típico y pintoresco pueblo andaluz en la mayoría de sus aspectos, Monda destaca por diversos motivos. Uno de ellos es que no desafía la gravedad escalonado sobre una colina sino que descansa sobre la ladera de un valle que domina las montañas y el campo abierto. Por otra parte, mientras que la mayoría de los pueblos blancos tiene un pasado vinculado a la supremacía de los árabes y moriscos, la historia de Monda está dominada por los romanos, que llegaron unos 900 años antes.
Uno de los capítulos más importantes en la historia de la región fue la Batalla de Munda, donde la guerra civil entre las fuerzas de Pompeyo y Julio César se decidió a favor de éste último. La gran y cruenta batalla que se desarrolló en un valle cerca de donde se ubica el pueblo hoy marcó el tono del dominio de César en casi toda Europa, Hispania incluida. Más tarde fue el escenario de la lucha entre los árabes y los soldados de la reconquista, que tomaron de nuevo la ciudad en 1485 y destruyeron el castillo mientras que luchaban contra los moriscos en 1570.
Reconstruido y presidiendo de nuevo el pueblo, el Castillo de Monda es hoy un conocido hotel muy frecuentado tanto por visitantes locales como turistas de otros lugares, que prefieren el entorno rural a la playa. Monda también ha seducido a muchos residentes extranjeros que comparten los mismos gustos, gracias a que combina el encanto de vivir en un pueblo junto con una interesante selección de propiedades, desde bonitas casas restauradas ó para reformar, algunos apartamentos rústicos en edificios de escasa altura y una amplia variedad de casas rústicas en el propio pueblo ó en los alrededores.
Éstas últimas tienen una gran demanda, ya que ofrecen espacio, entorno natural, vistas y las comodidades de una casa de campo pero cerca de una comunidad llena de vida. El encanto adicional de Monda es lo cerca que se encuentra de Marbella, lo que nos permite vivir allí y trabajar en la costa, con las tiendas, lugares de ocio y servicios profesionales a nuestro alcance.
Diana Morales, 08 May 2012 - Estilo de vida
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