Año récord para la inversión española en el sector inmobiliario
Es curioso cómo el tiempo cambia las situaciones. Hace poco hablábamos del estado del sector inmobiliario español en medio de, quizás, su peor crisis, y de que ningún inversor en su sano juicio tenía en consideración nuestro país, y mucho menos invertir en sus activos inmobiliarios.
Han transcurrido unos cuantos años y la situación cambia ante nuestros ojos. La economía muestra un crecimiento, la estabilidad ha vuelto al sistema bancario, la financiación se ha retomado, las exportaciones crecen, el desempleo desciende, la deuda nacional se disminuye lentamente y en zonas turísticas de lujo, como Marbella e Ibiza, la demanda alcanza nuevamente los niveles anteriores a 2008.
Esta oleada de interés ha alcanzado un volumen importante de inversionistas, compradores y usuarios finales, atraídos inicialmente por excelentes oportunidades de precios, todos dispuestos a disfrutar una combinación única de paisaje, lugares de ocio, clima y estilo de vida. Sin embargo, estos mercados han sido siempre un reflejo de la tendencia económica de los países de los que proceden la mayoría de los compradores (actualmente, en su mayoría del norte de Europa); por lo que el hecho de que 2014 haya registrado una impresionante entrada de capital de inversión en el espacio comercial y de oficinas español es aún más un signo revelador de que las condiciones en el país están mejorando.
Más que un reflejo de la economía nacional y su potencial de crecimiento, el valor de los 2700 millones € de los activos comerciales y de oficinas de España comprados durante 2014 ha representado un gran salto adelante que supone un seria confianza depositada en el país. No solo se ha producido un incremento tres veces mayor respecto de 2013, sino que ello representa un récord histórico, superior incluso a los niveles previos a la recesión.
Los inmuebles a los que nos referimos se concentraron en dos grandes motores del comercio en España, como son Madrid y Barcelona; pero también lo hicieron en Valencia, Sevilla, Málaga y A Coruña, así como en una cadena de supermercados, centros comerciales e incluso terrenos y complejos.
Algunas de las transacciones más importantes de oficinas incluyeron la adquisición de una cartera de propiedades pertenecientes al gobierno regional catalán por Zurich Re de 201 millones €, la adquisición de la Torre Agbar en Barcelona (150 millones €) y la sede de IBM en Madrid (130 millones €) por Emin capital. Es una gran sorpresa que los inversores españoles lideren este segmento, lo que representa el 36% del total, seguido por los británicos, suizos, andorranos y mexicanos.
Los españoles también compraron casi un tercio de los activos comerciales (minorista), seguidos de cerca por los inversores estadounidenses, con Francia en el tercer puesto. Gran parte de ello fue debido a la compra de 400 millones € por Carrefour de 63 centros comerciales propiedad de Klépierre, mientras que el centro comercial Marineda en A Coruña fue adquirido por Socimi Merlin Properties en 260 millones €.
Un clásico indicador de la confianza de los inversores se traduce en el deseo actual por el espacio comercial y de oficinas español; un signo que nos indica que la salida de la crisis va viento en popa y muy pronto quedará relegada a un segundo plano.
Si le interesa invertir en activos comerciales o de oficinas, contacte con nosotros; también puede consultar nuestra sección de oficinas y locales comerciales en Marbella.
Pia Arrieta, 04 Mar 2015 - Informes
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